acerca de handpan sessions

Mi nombre es Oscar Cordero y soy el fundador de Handpan Sessions Costa Rica, un proyecto que jamás imaginé que iba a formar parte de mi vida.
Durante más de 20 años trabajé en finanzas: horarios extensos, estrés constante, enfermedades que aparecían y desaparecían, y esa sensación de estar viviendo dentro de una estructura rígida que no dejaba mucho espacio para mí. Por esta razón, antes de la pandemia tuve algunos acercamientos a prácticas de meditación que me ayudaban a bajar revoluciones, y eso me abrió la puerta a la terapia de sonido, un método que me dio alivio real frente a la ansiedad.
En ese proceso de búsqueda interior surgieron varias formaciones enfocadas en el bienestar, y fue justamente ese camino el que me llevó a viajar a Guatemala en 2021. En un hotel con un deck que miraba directamente al impresionante lago Atitlán, viví un momento que cambió mi vida. Ahí, por primera vez, vi a alguien tocando un handpan. Me quedé completamente hipnotizado por su sonido durante casi media hora. Sentía curiosidad, emoción, y unas ganas inmensas de acercarme. Al final me animé, pregunté si podía probarlo, y el dueño me lo prestó sin problema.
La conexión fue inmediata. Sin saber nada del instrumento, mis manos encontraban sonidos claros y pequeñas melodías como si el handpan me hubiera estado esperando desde hacía años. Regresé a Costa Rica con una idea fija: “Necesito un handpan”. Comencé a investigar escalas, materiales, fabricantes, músicos… todo lo que pudiera absorber. Dos meses después compré mi primer instrumento, y seis meses más tarde ya había ahorrado para un segundo. La exploración se volvió parte de mi día a día.
Con la práctica constante descubrí algo más profundo: el handpan no solo era música, era un espacio de calma. Mi nivel de estrés bajó notablemente, la ansiedad se hacía manejable, y tocar se convirtió en una forma de meditación activa.
Después de varios años tocando y experimentando sus efectos a nivel emocional y cerebral, entendí algo esencial: este instrumento no solo entretiene, también transforma. Por eso hoy quiero compartir esa música, para acompañar procesos de relajación, introspección y bienestar… tal como me acompañó a mí cuando más lo necesitaba.

